ARELLANO, IGNACIO
Nadie duda de que Gabriel Téllez fue un personaje controvertido y desdichado, y esta afirmación no se debe a sus estudiosos sino a él mismo. Fue un gran teólogo, un dramaturgo sin igual, ha sido reconocido como una parte del trípode glorioso del Siglo de Oro español, un magnífico poeta y un gran cronista. Y como todo gran hombre fue criticado. Y como es habitual lo fue por los más cercanos, por sus hermanos de Orden. Su delito, muy sencillo, sus dramas eran demasiados humanos, por ello fue acusado de una presunta corrupción moral que transmitían sus obras. Esto le llevó ante la Junta de Reformación del Consejo de Castilla, que le prohibió escribir. Prohibición que, como era lógico, no acató