GARCÍA MARTÍN, JOSÉ LUIS
En la vasta obra de José Luis García Martín (Aldeanueva del Camino, 1950), que incluye una plétora de títulos de los más variados géneros literarios (poesía, diarios, ensayo, crítica, libros de viaje, teatro, relatos, traducciones, literatura infantil, ediciones de autores clásicos y modernos, antologías poéticas, etcétera), no encontramos, sin embargo, hasta la fecha, más que un solo título dedicado a los aforismos, Todo lo que se prodiga cansa (La isla de Siltolá, 2017). Y eso que a cualquiera que se haya adentrado mínimamente en ese inmenso continente impreso formado por miles de páginas, no le habrá pasado inadvertido el hecho de que entre tanta vastedad menudeen, aquí y allá, sin solución de continuidad, unas veces escritos ad hoc y otras sin propósito manifiesto de fijarlos como tales, un sinnúmero valiosísimo de aforismos, que, como se sabe, en literatura, es el género más breve y conciso, pero no por ello uno de los menos arduos y laboriosos de componer cuando el espíritu que anima a su empeño pretende ir más allá del mero chiste o del sorpresivo chispazo ingenioso, cosa que en el caso de García Martín aunque él mismo en ocasiones haya llegado a calificar sus mínimas máximas de ocurrencias o de frases fáciles no suele ser lo habitual, escapando así al juego genial y humorístico que en su tiempo inaugurara Ramón Gómez de la Serna con sus greguerías, pues, como digo, el propósito del escritor extremeño, sin desdeñar la brillantez de la frase corta y de ocasión, es que sus aforismos encuentren su sitio en la memoria del lector de ahora y del futuro. De ahí que los aforismos de García Martín se precian de estar pensados y escritos con ciertos visos de atemporalidad. Y ello es así por cuanto los temas sobre los que suelen girar sus ideas son los que han preocupado al común de los mortales a lo largo de toda la historia, a saber, la amistad, el amor, la felicidad, la soledad, el silencio, el aprendizaje, el éxito, la vanidad, la poesía, la razón, la inteligencia, la verdad, la mentira, la realidad, Dios, la religión, etcétera, sin que ello implique que, en sus devaneos especulativos, no se haya ocupado además de otros asuntos menos trascendentales o más mundanos como el matrimonio, los gatos, los pastiches orientalizantes, el aburrimiento o los viajes por cualquier parte del mundo (
) [en los] que a poco que repasemos algunos de ellos, nos damos cuenta enseguida de la aguda destreza con que se maneja para componer esos pequeños universos de pocas líneas sobre los que suele gravitar la sorpresa, el asombro, la inquietud, la anáfora o la paradoja que son cuerdas que suenan muy bien en este género tributario de lo lacónico y lo más fugaz. (Del epílogo de Ricardo Álamo).
JOSÉ LUIS GARCÍA MARTÍN (Aldeanueva del Camino, Cáceres, 1950) es poeta, crítico literario y director de Clarín. Revista de nueva literatura. En los años setenta dirigió Jugar con fuego, reeditada en edición facsimilar.
Su obra poética, iniciada en 1972, ha sido recopilada en el volumen La aventura. Con posterioridad ha publicado Presente continuo y Aire en el aire. Versiones y recreaciones de diversos poetas se reúnen en La biblioteca de Alejandría, Jardines de bolsillo y Arena y nada.
Es autor de numerosos volúmenes en los que entremezcla ficción, autobiografía y literatura viajera. Destacan entre ellos Media vida, Café Arcadia, Sueño, fantasmagoría, Arco del Paraíso, dedicado a la ciudad de Venecia, Lecturas y lugares y Enigmas con jardín.
Su labor crítica se ha centrado fundamentalmente en el estudio de la poesía española contemporánea, a la que ha dedicado numerosas antologías, y en la «crítica militante», desarrollada a lo largo de treinta años en diversos suplementos literarios y recopilada en libros como La poesía figura
