DESCHNER, KARLHEINZ
El lenguaje no es neutro. Las palabras que nos dirigen, así como las que nosotros emitimos, conforman un mundo significativo en el que se quedan atrapados nuestros pensamientos, nuestros valores, nuestros estados emocionales. Las palabras adquieren su peso en el mismo momento en que son emitidas. Las palabras que los otros nos envían como mensaje o las que, precavidos, lanzamos nosotros, al final siempre llevan su carga, es decir, nos delatan. La autora de este libro posee una sólida base psicológica, un fino sentido del humor y un excelente dominio del lenguaje. Esos tres elementos se ponen al servicio de una creativa forma de asomarse a la realidad.