GARCÍA CALVO, AGUSTÍN
Con la alegría de poder seguir acercando a la gente las voces de Agustín, éstas palabras que tanto nos llenan y acompañan (las cosas que nos hablan en este caso), presentamos ahora este relato en forma de diálogo, conmovedor y trágico hacia la perdición o desnacimiento, que dejó sin título, pero que hemos llamado Desnacer, por una parte por la deducción que puede hacerse de la lectura, y por otra, por el uso que Agustín hacía a menudo del término en alguno de sus escritos, y que nos parecía ajustarse en este caso.
El escrito es de los primeros que hemos trascrito después de su muerte junto al Sermón de dejar de ser y Yo misma, y que dejó preparado para su posible edición con algunas indicaciones que hemos dejado al principio del libro, como podrá observar el lector al abrirlo. Así que esto nos seguirá animando a husmear en las innumerables carpetas y escritos, que seguimos ordenando y trascribiendo, y siempre gratificantes y sabrosos.
Esperando que llegue a buenos oídos, ahí lo lanzamos.