GRACQ, JULIEN
Traducción de María Teresa Gallego Urrutia
Únicamente por inadvertencia o despiste podrían calificarse de texto
menor de Julien Gracq las notas que agrupan estas Capitulares
por las mayúsculas ornadas con que empezaría cada uno de los
fragmentos que componen el libro: apuntes al paso y notas al margen
en los que brilla con el ritmo pautado de un estilo refulgente de orfebre:
terso, lábil y seguro, el ojo en su espacio de máxima inteligencia y máxima
libertad. El sol de las ocho se colaba en el oreado sotobosque de
arándanos y moras, hacía que reluciesen a ambos lados de la carretera
dos franjas de musgo húmero, enjugaba el bosque con la misma ternura
con que una mujer se retuerce la melena, iluminando, uno tras otro,
claros pequeños y adolescentes, tan rozagantes y matutinos que, aun sin
pretenderlo, en lo hondo de todos ellos uno se esperaba que iba a oír
cantar al cuco.