PEYRO, IGNACIO
«El Madrid de la prensa ofrece estas curiosidades: uno empieza el día en el Ritz, al mediodía está en el Intercontinental, termina la tarde en el Palace y -por supuesto- sigue siendo igual de pobre.» Abrirse paso en la vida cuando uno es un joven corresponsal político en Madrid -entre barras y redacciones, libros y novias- puede ser un pretexto para la picaresca o el estoicismo, pero también la mejor educación para el periodista que quiere ser escritor. Lúcido en la observación, sin una gota de cinismo y con una misantropía templada por su vocación de felicidad, este diario es un viaje, tan literario como placentero, a ese momento entre juventud y edad adulta en que la vida comienza a ir en serio.