PERSE,SAINT JOHN
En 1960, Alexis Leger, para el mundo Saint-John Perse (francia, 1887-1975), recibía el Premio Nobel de Literatura en reconocimiento al alto vuelo y la evocativa imaginería de sus poemas. En su discurso de recepción, elevaba la poesía al nivel de la ciencia
moderna y encumbraba al poeta como sabio augur capaz de trascender el plano metafísico para revelar el misterio de la humanidad. Así ha sido Saint-John Perse. Un cronista lírico de hechos tan realistamente imaginados que su lectura nos transporta a la
Grecia de Homero y nos sienta a su lado como espectadores de excepción de las más heroicas gestas. Un nómada que va imprimiendo en versos el imaginario de un mondo que se resquebraja entre guerras mundiales y exilios, pero en el que subsisten paraísos soñados.
Y es que Perse no necesita la realidad para inspirarse. Su intención es descubrir la esencia del ser, de lo divino y lo terrenal recurriendo a la pureza de los elementos. Por eso en la obra que aquí presentamos, el viento es brisa de vida pero también aliento
que impulsa el fluir de la historia. Es símbolo de lo efímero de la existencia, de la fugacidad del tiempo, de la evolución e involución del hombre. Es la corriente que atrapa al lector en una poesía excelsa en lo estilístico, impecable en lo lingüístico y
embriagante en lo sugerente de sus imágenes.