VALLE-INCLAN, RAMÓN Mª DEL
Me parece un impresionante ejercicio de periodismo moderno. Todo este esnobismo actual sobre la narrativa periodística que algunos creen haber descubierto lo encontramos ya a comienzos del siglo XX en los escritores y periodistas españoles. Nada que ver tampoco con el Nuevo Periodismo Norteamericano, que ya se sabe cómo venden los anglosajones sus conquistas y descubrimientos. Las crónicas de Gaziel, Domínguez Rodiño, Carmen de Burgos y más tarde Chaves Nogales superan en calidad y modernidad a mucho de lo que se ha vendido como fundacional y pionero. Y Valle-Inclán además le da otra vuelta de tuerca, porque consigue que esa literatura nutrida de realidad, realidad que huele y que sangra, que apesta y que duele, trascienda su momento. Sus crónicas no mueren en su presente, como el periodismo de usar y tirar, sino que se elevan por encima de su época. Es un ejemplo de ese periodismo que nos sirve para entender un tiempo pasado.