LACAN
Lógica del fantasma: la expresión insiste de
punta a punta del Seminario como un
leitmotiv. Sin embargo, no se le consagra
ninguna clase, ni siquiera un desarrollo algo
sostenido. ¿Quiere decir que la lógica del
fantasma representa aquí el papel de una
Arlesiana renovada? No, si admitimos que esta
lógica es el punto de convergencia de las
afirmaciones de Lacan. Es lo que quise indicar
dando al capitulo final el título de El axioma
del fantasma.
Así, él comienza cruzando osadamente el
grupo matemático de Klein con el cogito
cartesiano, modificado para que dé lugar a la
alternativa O no soy, o no pienso. Eso da a Lacan la ocasión de resumir en cuatro
tiempos el recorrido de un análisis. Otro cruce matemático-psicoanalítico: el acto
sexual explicado a partir del número de oro. De ello resulta que no hay acto sexual,
esbozo del dicho que se convirtió en puente de los asnos: no hay relación sexual.
También hallaremos la invención de un valor de goce inspirado por Marx, y nos
sorprenderá ver que el gran Otro, lugar de la palabra, es redefinido como el
cuerpo, lugar primordial de la escritura.
Muchas otras perspectivas y construcciones impactantes esperan al lector que quiera
acompañar en sus meandros, estancamientos, virajes, y también progresos y
fulguraciones, un pensamiento obstinado y profundamente honesto que, cuando una
piedra se interpone en su camino, jamás la esquiva, sino que se esfuerza para hacer de
ella una piedra angular.