MONZÓN PADRÓN, PINO
Si desde la antigüedad se define al teatro como «El arte de la palabra», en esta obra la palabra adquiere una nueva dimensión: el lenguaje como sonido. De ahí el empleo de la rima de forma continuada que, de alguna manera, reconcilia el teatro prosístico con el género poético. Otra razón es que la trama, ambientada en el siglo XVI, es más auténtica al utilizar un soporte propio de esa época.
En la obra que nos ocupa, se mezclan monólogos con diálogos. La acción representada en el escenario es conducida por la voz de un ciego, personaje que en la antigüedad era portavoz ambulante del romancero popular.
En SEBASTIÁN I DE PORTUGAL. EL MISTERIO DE UNA MUERTE, se conjugan los hechos históricos con leyendas y ficción.
Esta obra es para mí un reto y espero que para el lector o espectador en su caso, un deleite. No pretendo ir más allá.