ALÁEZ SERRANO, FLORENTINO
San Juan de la Cruz hubo de arrostrar durante años el estigma de alumbrado, de místico heterodoxo, al tiempo que sus hermanos de hábito hacían lo posible y lo imposible por adaptarlo al modelo de santo contrarreformista. Al releer su obra y comparar su peensamiento con el misticismo herético desde la neutralidad de la historia de las religiones, el autor pretende contribuir a restaurar su auténtica figura, maltrecha y desconchada después de siglos de ocultación, falsificación y destrucción de documentos, manipulación de sus obras y tergiversación de su palabra.