MENÉNDEZ PIDAL, JUAN
En el Romancero, como campo de estudios, se produce una aparente paradoja.
Por una parte, no hay duda de que dentro de los géneros de la literatura oral, tradicional, o
popular, el Romancero es un género privilegiado, que ha recibido más atención que
cualquier otro en todo el mundo hispánico, y claro está que ello también afecta a Asturias.
De ello se quejan a veces nuestros colegas de otros campos de la literatura tradicional que
estiman, incluso, que el estudio del Romancero está sobredimensionado. De otro lado,
los especialistas en el Romancero dicen decimos continuamente que existen varias
tareas pendientes, o que prácticamente está todo por hacer en casi todos los terrenos; que
del Romancero sólo conocemos en realidad una parte mínima; o bien que es necesario
aplicar nuevos métodos, y que la erudición decimonónica y del siglo XX es insuficiente
para abordar un género especialmente complejo; que las perspectivas filológicas o
etnográficas no dan más de sí
y podríamos continuar las doléances coutumières hasta el
infinito.