NEBRIJA, ELIO ANTONIO DE
Hemos de comenzar refiriéndonos a la obra retórica de Nebrija (1444-1522) que, si bien no contiene aspectos innovadores, ejerció una gran influencia y fue muy difundida por figurar como texto en varias universidades españolas. También merece especial atención la figura de Luis Vives (1492- 1540) y sobre todo sus obras De causis corruptarum artium libri IV, De corrupta rhetorica y De ratione dicendi libri III, en las que demuestra una gran preocupación por la enseñanza y una gran calidad como pedagogo. En la primera se hace eco de la decadencia de la Retórica, disciplina que se ha limitado a repetir miméticamente las teorías clásicas, y en la segunda intenta aportar diversas soluciones a esta situación, comenzando por recomendar que se estudie la Retórica tras la Dialéctica, y no después de la Gramática.
La Retórica, disciplina secundaria durante la Edad Media -hermana menor de la Gramática y de la Dialéctica- alcanza un papel preponderante durante los siglos XV, XVI y XVII, tanto en el ámbito de la enseñanza como en el de la cultura: en el siglo XVI se convierte en la asignatura cumbre de la formación integral humanística (Rico Verdú, 1973). Este auge -que se inicia en Italia y se expande por otros países europeos- lo explicamos a partir de un proceso complejo que integra fenómenos de muy diversa índole, entre los que destacamos -a partir del siglo XV- la recuperación de textos originales de autores latinos (especialmente de Cicerón y de Quintiliano) a cuya difusión colabora activamente la invención de la imprenta.