TORRES NAHARRO, BARTOLOMÉ DE
Bartolomé Torres Naharro (Torre de Miguel Sesmero, Badajoz, h. 1485 - h. 1520?) fue un poeta y dramaturgo español del Renacimiento. Creador-introductor de nuevas formas teatrales y poéticas, fue el primer preceptista en lengua vernácula del teatro europeo.
ELEBRAMOS este año el V centenario de la aparición de 'Propalladia' (Nápoles 1517), obra magna del escritor extremeño Bartolomé de Torres Naharro. Torres Naharro (Torres en recuerdo de su pueblo) nació en Torre de Miguel Sesmero, situado en la comarca de los Llanos de Olivenza. No se sabe a ciencia cierta la fecha exacta de su nacimiento. La mayoría de sus biógrafos señalan 1485 como año más probable. Estudió en la Universidad de Salamanca, centro cultural en donde se formaron la mayoría de los humanistas extremeños de entonces; ordenándose como clérigo.
Torres Naharro llegó a ser un hombre de gran cultura, con amplio conocimiento del latín y de los clásicos. Sus escritos le muestran como un hombre justo, abierto, tolerante, compasivo con los más necesitados. Su espíritu aventurero y su ansia de cultura, muy propios en aquellos críticos momentos históricos, llevaron a Torres Naharro a peregrinar, a veces con mala fortuna, por lugares diversos y sufriendo innumerables trabajos. Parece ser que 'colgó los hábitos' y se alistó como soldado, luchando en los ejércitos cristianos por tierras de Andalucía. Terminado el conflicto de las guerras de Granada se traslada a Valencia, en donde permaneció una corta temporada, lo suficiente para aprender a manejar un incipiente valenciano. Intenta llegar a Italia en busca de fortuna, pero es opinión unánime entre sus biógrafos que su navío fue apresado por «corsarios agarenos» y llevado a África. Siguiendo sus pasos, hacia 1508 llega a Roma al servicio de los Médicis, en busca de suerte y fortuna. Tras unos primeros momentos de incertidumbre y pobreza, consigue representar alguna de sus primeras comedias: 'Trophea', 'Soldadesca','Tinellaria'. Desde el punto de vista literario, fueron estos años en Roma los momentos más fecundos del escritor, llegando a representar sus comedias en palacios de nobles y cardenales, en presencia del mismo Sumo Pontífice. Poco a poco fue introduciéndose y tomando parte activa en la intensa vida social de la Roma de esta primera mitad del siglo XVI. Comprobamos su presencia en numerosos acontecimientos de la actualidad romana: la batalla de Rávena, la recluta de soldados para la Liga Santa, la llegada a Roma de la ostentosa embajada portuguesa. En 1517, descontento de su mala fortuna, según algunos, o buscando nuevos e influyentes mecenas, según otros, el escritor abandona Roma y se refugia en el Virreinato español de Nápoles en donde conseguirá la publicación de todas sus obras escritas hasta entonces con el título de 'Propalladia'. La vuelta a España la lleva a cabo acompañando al obispo de Sevilla; no existen noticias concretas si se establece definitivamente en la diócesis de Badajoz o en la de Sevilla. También encontramos ciertas dudas sobre la fecha exacta de su muerte: entre 1520 y 1530, según sus biógrafos. Con su muerte desapareció una figura imprescindible para el estudio del teatro español.
Cuando Torres Naharro llega a Nápoles en 1517 consigue el apoyo del Marqués de Pescara, con cuya influencia publica, en un solo tomo, su obra escrita con el título de 'Propalladia', 'primeros dones a Palas'. La obra alcanzó gran éxito desde el principio, según se deduce de las diversas ediciones que se realizaron de 'Propalladia' después de la de Nápoles durante el siglo XVI: cuatro publicadas en Sevilla; una en Toledo; dos publicadas en Amberes y otra más en Madrid, en 1573.
Comienza la obra completa con lo que el escritor nombra como «Preliminares de Propalladia», en donde sobresale su famoso «Prohemio» que contiene las normas e indicaciones de preceptiva dramática más antiguas escritas en castellano: Torres Naharro fue el primero en elaborar una teoría teatral personal, original y moderna, que serviría de fundamento para las comedias posteriores del Siglo de Oro español.
Divide las comedias en cinco actos que en su originalidad e independencia él llama «jornadas».
El número de personajes escénicos los sitúa entre seis y doce. La aportación más original en su preceptiva dramática es la división de las comedias en dos grupos: comedia «a noticia» y comedia «a fantasía». Las comedias «a noticia» son preferentemente sencillos cuadros de costumbres en los que la autenticidad de los ambientes, la realidad de los personajes y la espontaneidad y naturalidad de los diálogos, lo es todo; mientras que en las comedias «a fantasía» existe mayor intriga anecdótica, un suceso más novelesco, una aventura, en cuyo desarrollo y solución está el verdadero valor dramático de la comedia. Son el antecedente de las comedias de «capa y espada» del Siglo de Oro. El núcleo de 'Propalladia' corresponde a sus nueve comedias. Las dos primeras, podríamos llamar 'de tanteo': una de carácter religioso 'Diálogo del Nascimiento'; y otra de circunstancias: 'Trophea', basada en la embajada que el Rey portugués envió al Papa León X. Siguen dos comedias muy interesantes: 'Soldadesca' (dramatizada hace unos días en Badajoz, coproducida por el Grupo Guirigai Teatro y la Compañía Nacional de Teatro Clásico) y 'Tinellaria', hermosísimos cuadros de costumbres. A continuación sus cinco comedias «a fantasía» en las que el desarrollo de los problemas amoroso se consiguen con admirable destreza: 'Seraphina', 'Ymenea' (según los críticos la más lograda), 'Jacinta', 'Calamita' y 'Aquilana'.