FRAY ANTONIO DE GUEVARA
Se le considera precursor del «ensayo» por sus Epístolas familiares de tema cortesano.
Es una colección de cartas en prosa, quizá ficticias, dirigidas a varios cortesanos y religiosos con el fin de disertar con amenidad sobre diversos asuntos que puedan resultar de interés. También señala las ventajas de la carta familiar, que permite alegrar el corazón y distraer el entendimiento. Género que ya no es novedad para el Humanismo, ni para la obra de fray Antonio.
Su originalidad radica en el cambio de emisor, que se atribuía a personajes prestigiosos de la Antigüedad, en cambio, ahora la identidad del narrador y del personaje histórico se unen en la identidad del autor. Es un salto renacentista, desde la imitación medieval de los antiguos a ser los propios autores los modelos de imitación.
Sobre El Autor
Fue segundón de una familia noble asturiana, por lo que se le destinó a la carrera eclesiástica en la que ascendió rápidamente con la Orden de san Francisco, pero consiguió educarse en la Corte, donde llevó una vida ajetreada y ocupó cargos de importancia. El emperador Carlos I premió su fidelidad nombrándole predicador de la Capilla Real y más adelante cronista oficial. En 1537 fue proclamado Obispo de Mondoñedo, pero la Corte le reclamaba constantemente para otros cometidos. Su deseo de gloria y fama y el entusiasmo por las novedades hacen de él un espíritu plenamente renacentista. A Guevara le caracteriza su inagotable curiosidad, el talante humorístico, el desprecio por la precisión erudita y la intención de educar y moralizar deleitando lo más posible.