CASTILLO SOLORZANO,ALONSO DE
El proyecto Prosa Barroca, dirigido por Rafael Bonilla Cerezo viene publicando, a través de Sial Editores, una serie de materiales, entre textos primarios y bibliografía crítica, de consulta necesaria para conocer más a fondo el panorama de la narrativa española del siglo XVII. En 2013, apareció la edición crítica, a cargo de Giulia Giorgi, de Noches de placer: en que contiene doce novelas, dirigidas a diversos títulos y caballeros de Valencia. Se trata de una colección de novelas cortas publicada en Barcelona en 1631, el quinto libro de esta clase que pergeñó el vallisoletano Alonso de Castillo Solórzano, escritor profesional (escribidor lo hubiera llamado Mario Vargas Llosa) que se cuenta entre los más destacados representantes de la prosa postcervantina, al lado de Alonso Jerónimo de Salas Barbadillo y María de Zayas.
Noches de placer sigue una pauta compositiva que ya se presenta en otras colecciones de la época (como las Novelas de Ginés Carrillo Cerón, por ejemplo): cada novela está dedicada a un noble, generalmente un funcionario, del virreinato de Valencia, cuyo gobierno había ostentado el marqués de los Vélez, de quien a su vez Castillo Solórzano fue fiel secretario y acompañante durante casi veinte años. En ese lapso, el marqués ejerció de virrey en Valencia, Aragón y Barcelona, para finalmente ser embajador en Roma. No existe mayor evidencia documental de la relación entre el escritor vallisoletano y el marqués, pero es presumible que Castillo Solórzano empleara su experiencia cortesana para ingresar a academias locales y/o promoverlas, ayudando así a su señor a establecer vínculos con la nobleza nativa y afianzar su poder mediante el mecenazgo y las prácticas áulicas típicas de la época. Las dedicatorias de Noches de placer, como lo demostraron hace mucho tiempo Anne Cayuela y Pascal Gandoulphe, son muestra de esa función literaria y fueron hasta ahora uno de los aspectos que hacían este libro de interés para la crítica.