SÁNCHEZ, RAQUEL
La vida intelectual y artística de un país no solo está formada por los grandes nombres consagrados por el canon, sino también por una densa red de personas, que sienta las bases de las que surgen revistas, editoriales, traducciones e instituciones culturales. El objetivo de este libro es descubrir cómo se construyó ese entramado en la España isabelina a través de la figura de Eugenio de Ochoa (1815-1872). En su juventud, Ochoa fue conocido por su trabajo en una de las publicaciones más importantes del romanticismo español, "El Artista", proyecto en el que se embarcó con su amigo y cuñado el pintor Federico Madrazo. Posteriormente, su labor como traductor, escritor, editor y crítico literario le puso en contacto con los protagonistas más significativos no solo de la cultura española, sino también de la europea. Ochoa nos ofrece, además, un ejemplo de la proyección del escritor en la esfera pública y de su particular relación con la política y con el mundo cortesano.