MOSTEIRO, JAVIER
Arquitecto, Logroño, 8 de mayo de 1869 Madrid, 15 de diciembre de 1955.
Nació en Logroño el día 8 de mayo de 1869. Su padre, Joaquín Bellido Díaz, ingeniero de caminos, era Jefe de Obras Públicas en la Provincia de Logroño; su madre, Mariana González Somoza. El hermano de la madre, Gabriel González Somoza, abogado y fiscal de la Audiencia de Oviedo, fue su padrino[1].
Luis estudió en la Escuela de Arquitectura de Madrid (1886-1894); se tituló el 5 de marzo de 1894. Su formación fue académica decimonónica, pero también recibió influencias de los maestros de la arquitectura del momento, lo cual le llevó a no utilizar un lenguaje arquitectónico único sino un eclecticismo, no como mera mezcla de estilos, sino como elección de la mejor opción ante cada objetivo[2].Nada más terminar la carrera fue nombrado arquitecto Diocesano de Asturias (abril, 1894). En julio de ese mismo año, hasta abril de 1895, fue nombrado arquitecto municipal de Lugo. Luego fue arquitecto municipal en Gijón, «cargo que compaginó con el libre ejercicio de su profesión»[3], trabajando para la burguesía y altos cargos locales.
El 1 de enero de 1905 llegó a Madrid para trabajar como arquitecto municipal y fue nombrado Arquitecto de Propiedades del Ayuntamiento madrileño. La revista La Construcción moderna, en la que Bellido por entonces ya colaboraba, dio noticia de este nombramiento, cargo que «venía ya desempeñando interinamente»[4].
Así, inicialmente en Lugo (1894-1899) y Gijón (1899-1904), y luego en Madrid (1905-1939), primero como dicho Arquitecto de Propiedades y después como Director de Arquitectura, Luis Bellido ejerció como arquitecto municipal durante cuarenta y cinco años. Su obra arquitectónica abarcó diversas facetas.
ARQUITECTURA RELIGIOSA
Su obra en Galicia y en Asturias fue historicista, aún próxima al estilo decimonónico, ya en Madrid su trabajo «fue despojándose de esos patrones»[5].
En 1919 proyectó el Instituto de María Reparadora o Convento de las Reparadoras en el pueblo de Chamartín de la Rosa anexionado a la capital en 1948, un conjunto conventual basado en modelos barrocos pero dentro de un eclecticismo que buscaba la funcionalidad. En la actualidad, en la Avenida de Burgos nº 10, rodeada de edificios modernos, únicamente subsiste la iglesia, de estilo neobarroco, y algunas dependencias, reformadas a finales de los años 80[6].
Hacia 1924 construyó el Noviciado de los Santos Ángeles Custodios, igualmente en Chamartín, que funcionó hasta los años 70. Tras un período de abandono fue restaurado y actualmente es la sede de la Fundación Síndrome de Down.
ARQUITECTURA RESIDENCIAL
En Gijón, Bellido realizó varias obras para las clases acomodadas de la ciudad. Residiendo aún allí, en Madrid construyó, en el mismo estilo burgués, una finca de viviendas para alquiler, para su hermano Manuel, un edificio en la calle de Almagro con Alonso Martínez (1900), una de las «casas de alquiler artísticas»[7] que se construyeron en Madrid en los primeros años del siglo XX. Las obras fueron dirigidas durante los tres años siguientes por Ignacio Aldama. El edificio, de hierro y ladrillo, contó con todas las comodidades (ascensor, calefacción, etc.) y materiales de la mayor calidad para la época[8]; destaca la cerrajería realizada en los talleres de Gabriel Asins.
Unos años después, en 1919, ya instalado en Madrid proyectó la Casa de los Portugueses, dos edificios de oficinas, comercios y vivienda construidos en dos fases (1919-20 y 1920-22) para Eduardo Garrido Ocampo. El segundo edificio albergó la Casa de los Portugueses, que dio nombre al conjunto, ubicado entre las calles Caballero de Gracia, Virgen de los Peligros y Jardines. Su fachada de ladrillo y hierro se integró perfectamente en la monumental Gran Vía.
En 1924 proyectó otro edificio de viviendas para don José Martínez Ruiz, en la calle Pelayo 38.