PARES GRAHIT, MARIA / GOETHE
Esta obra, una de las más influyentes en el pensamiento de los escritores contemporáneos de Goethe, y sobre todo uno de los principales puntos de referencia del movimiento romántico, exalta los sentimientos hasta el punto de justificar el suicido por un amor no correspondido, y establece un tono y un estado de ánimo imitado por los autores románticos tanto en sus obras como en su vida personal: una tendencia al frenesí, a la melancolía, al hastío del mundo y a la autodestrucción. Nos deja ver de una manera suave pero al mismo tiempo trascendental la vida de un hombre que sin esperar, encuentra de una forma súbita el comienzo de una vida tormentosa y desdichada detrás de un amor que no será correspondido, y que termina de una manera cruel e insospechada a los ojos del espectador impaciente, que espera una culminación de la obra como la mayoría de su tipo, donde el hombre enamorado y su amada terminan unidos por siempre, por lo que se demuestra la importancia de Goethe con cada una de sus obras, siempre dando nuevas facetas y perfiles a sus escritos, y donde inaugura de una manera espléndida en su época una nueva forma de sentir, de amar, y de ver al mundo.
En el transcurso del texto se puede percibir la vida tranquila de un joven que en cada encuentro con algo nuevo en el tiempo de esta, retoma y cuenta a su amigo lo que le sucede, todas sus alegrías, emociones y desdichas donde realzaba la pasión amorosa como la cima de los sentimientos, unos sentimientos a veces indescriptibles e incomprendidos a los ojos de su amada, y que al final da como resultado un fatal gusto por lo absoluto, en este caso el amor, llevándolo a un estado de gran soledad y finalmente, al suicidio, mostrado de esta forma como un acto puro de liberación del cuerpo y el alma, donde el hombre renuncia a la totalidad de estas dos cosas por entregarse y alojarse en otro estado de la vida donde se supone se estará más tranquilo, seguro y feliz. Muchos de nosotros al leer esta obra nos pudimos ver identificados en toda o parte de ella y lo que le ocurría a Werther, podemos ver que no es una obra traída de los cabellos, se asemeja mucho a la realidad que varias personas pueden estar viviendo en estos momentos, en nuestra época y en nuestra sociedad, y que en un acto de cobardía prefieren tomar la vía del suicidio en vez de afrontar las cosas de frente y lucharlas hasta al final, y que si en dado caso no son posibles de conseguir, deben seguir viviendo, que luego de las cosas malas siempre vienen nuevos y mejores retos y posibilidades viables de alcanzar, y de alguna forma no permitir volver a ver la situación ocurrida al poco tiempo de la publicación de Werther (1774) donde mucha gente creyó ver identificada su vida con la de este joven y se suicidó, sin ningún motivo claro, que reforzara su determinación, solo favorecidos de alguna manera por la lectura de Werther.