ALLAN POE, EDGAR
Los tres misterios parisinos de Poe han pasado a la posteridad como el inicio de un nuevo género literario, el policíaco; y su protagonista, el diletante Auguste Dupin, como la encarnación de un nuevo héroe, rara combinación de científico sagaz y dandi excéntrico: el primer detective. En estas historias asoman los ingredientes inseparables del género: el rigor paradójico del detective, la empatía con la mente criminal, la intriga que resuelve fuera de plano cada detalle innecesario
Son, además, una radiografía de la ciudad moderna y su claroscuro social, y una nueva sugestión democrática: la opinión pública. Leídas hoy, el valor de estas piezas maestras no reside en lo que anuncian, sino en la radical modernidad y plenitud de su propuesta.
Autor: Allan Poe, Edgar
(Boston, 1809-Baltimore, 1849) vivió una vida marcada por la necesidad y la desgracia. Pero su obra sentó las bases de la literatura por venir. De él surgen las reglas más fecundas de la literatura moderna. Por ejemplo, las del flaneurismo y el individuo perdido entre las masas de las ciudades. O las del cuento de terror psicológico, del que fue maestro. O los elementos que definen el género policíaco. Fijó incluso las claves de una poesía moderna, urbana y «desromantizada» que dio pie a las vanguardias del siglo XX y llevó a Stéphane Mallarmé a definirlo como «el dios intelectual de su siglo»