DURKHEIM, EMILE
Estamos tan poco habituados a tratar los hechos sociales de una manera científica que corremos el riesgo
de que algunas afirmaciones contenidas en este libro
sorprendan al lector. Sin embargo, si bien existe una
ciencia de las sociedades, no hay que esperar que
consista en una simple paráfrasis de los prejuicios
tradicionales, sino que nos haga ver las cosas de un
modo distinto a como aparecen al vulgo; pues todas
las ciencias tienen por objeto hacer descubrimientos,
y todo descubrimiento desconcierta en mayor o
menor grado las opiniones recibidas. Así pues, en lo
que respecta a la sociología, a menos que se preste al
sentido común una autoridad que ya hace tiempo
dejó de tener en las otras ciencias y que no se ve de
dónde podría llegarle, es preciso que el estudioso se
decida resueltamente a no dejarse intimidar por los
resultados a que le lleven sus investigaciones, si fueron conducidas de acuerdo con un método. Si buscar
la paradoja es propio de un sofista, esquivarla
cuando los hechos la imponen es propio de un espíritu sin coraje o sin fe en la ciencia