NACY F. MARINO
a poesia lírica española de la Edad Media es riquísima, abarcando toda clase de verso desde los villancicos de la literatura popular hasta la gran variedad de estructuras y temas que formaban parte de la gaya ciencia cortesana de los finales de la época. Una de las muchas manifestaciones de esta lírica es la serranilla, que parece haberse derivado del cruce de la poesía tradicional con la cortesana.
Lo que hoy en día se reconoce como serranilla parece haber aparecido por primera vez en la España del siglo XIV en el Libro de buen amor de Juan Ruiz, Arcipreste de Hita. La cuarta serrana que el arcipreste encontró en sus andanzas por la Sierra de Guadarrama la Chata grotesca y amenazante es una de las mujeres más inolvidables de la literatura española. Después de Juan Ruiz, la serranilla alcanzó su máxima expresión en el siglo XV en los poemas del Marqués de Santillana.
Recordamos sus varias composiciones de este género por sus cualidades líricas y expresivas además de la belleza de algunas de las pastoras que describen. La hermosa Vaquera de la Finojosa del Marqués es tan memorable como la Chata grosera, aunque estas dos serranas son totalmente distintas en su conducta y apariencia, y los encuentros de los poetas con ellas son también diferentes en su naturaleza y resultado.
Si este poema del Arcipreste y las bellas composiciones del Marqués son todas serranillas, habrá que concluir que la forma "serranilla" puede comprender cualquier clase de encuentro entre caballero y campesina, desde los idílicos con doncellas bonitas hasta los ridículos con vigaros fieras. La serranilla, entonces , parece incluir una gran variedad de posibles circunstancias. Sin embargo, ¿puede su definición ser reducida al simple encuentro entre cortesano y serrana en un ambiente rural?
¿Habrá otros elementos imprescindibles que determinen la forma? ¿Es absolutamente necesario que la mujer protagonista sea rústica, o es posible escribir "serranillas" basadas en el encuentro fortuito con una dama de la corte en un escenario bucólico? ¿Es indispensable que el hombre trate de seducir a la muchacha, o basta que él simplemente la observe desempeñando sus actividades campestres sin que ella esté consciente de su presencia? ¿Cuáles son las limitaciones de la definición de serranilla?
En los diccionarios de literatura hay varias definiciones de "serranilla", pero no clarifican la cuestión. La siguiente, por ejemplo, es representativa de la mayoría de ellas: "Composición poética lírica que tiene bastante semejanza con la pastourelíe o pastorela de los trovadores provenzales, pero en España posee el cuño de una personalidad inconfundible, ...el encuentro, ya del caballero, y del letrado o clérigo, con la serrana, pastora y vaquera...."
Esto reduce la definición al encuentro de los protagonistas y a la comparación con la lírica provenzal que la puede haber influido, sin explicir lo que es la "personalidad inconfundible" que tiene. La definición de pastorela, a la que la cita de arriba nos dirige, hace poco para refinada: "Composición poética que tiene su origen en la literatura trovadoresca provenzal, en la que el poeta describe el encuentro del caballero con una pastora, a la que requiere de amores, considérase como antecedente de la cantiga de serrana o serranilla tan castiza en la poesía medieval española.