CANTERO PALACIOS, FÉLIX
Hace unos meses Félix Cantero me pidió que prologara su libro Inteligencia artificial y cultura pop. De la sinopsis del libro: «La inteligencia artificial está ya teniendo influencia en nuestras vidas (...) y en muchas cosas que probablemente ni imaginamos. Y es importante que sepamos que esas inteligencias artificiales limitadas pueden tener sesgos en los que nadie haya caído, sesgos que afectarán a nuestras vidas. Para que no nos pille de sorpresa. Y para saber en qué mundo vivimos.»
Ahora que ya está publicado y disponible en Dextra Editorial y SKR Preparadores (en este enlace también podéis descargaros un PDF con las primera páginas del libro), por ejemplo, reproduzco aquí el prólogo que escribí tras leer el libro por si os animáis:
En 1950 Alan Mathison Turing, uno de los padres de la informática todos los ordenadores que usamos en la actualidad son máquinas de Turing, pero eso es otra historia propuso lo que el entonces llamó The Imitation Game. Era una prueba concebida para ver si una máquina podía ser capaz de demostrar un comportamiento inteligente indistinguible del de un ser humano.
Hoy en día la conocemos como el Test de Turing. Y en estos casi tres cuartos de siglo que han pasado desde entonces y a pesar de que hay sustanciosos premios para ello ninguna máquina ha conseguido pasarlo. Mi impresión personal es que seguimos tan lejos como entonces de ser capaces de construir una inteligencia artificial como cuando Turing planteó el asunto por vez primera. O que si hemos avanzado ha sido tan poco que a efectos prácticos es como si no nos hubiéramos movido. De hecho tras los avances iniciales en las primeras décadas en las que empezamos a disponer de ordenadores pronto nos topamos con un frenazo tal que llegó a hablarse del invierno de la inteligencia artificial, que abarca casi todos los años 70 y 80 del siglo pasado. Invierno del que no tengo claro del todo que hayamos salido a pesar de algunos avances espectaculares que nos han querido vender. Quizás sea otoño, como mucho.
Uno de los problemas para mí el principal para hacer verdaderos avances en este campo es que realmente no sabemos cómo funciona nuestra supuesta al menos en algunos casos inteligencia. Si nos ponemos a ello, tan siquiera tenemos una definición que no sea fenomenológica. Tampoco tenemos muy claro cómo medirla, cociente intelectual, que sólo mide algunos aspectos de ella, aparte. No sabemos responder, por ejemplo, si apreciar la belleza es una parte fundamental de la inteligencia. ¿Y la creatividad? ¿Se puede ser inteligente sin ser creativo? Por dejar caer un par de preguntas que quizás lleven a la reflexión.
Es más, ¿son los animales inteligentes? No es difícil encontrar ejemplos de cómo comunican información y aprenden. ¿Y esas dos actividades no son parte de lo que definimos como inteligencia?