HERNÁNDEZ CAMARERO, LUIS (LIMA, 1941-B.AIRES, 1977)
Mario Díaz-Villaseñor reseña Gran Jefe Un Lado del Cielo, de Luis Hernández (Lima, 1941), publicado por Esto no es Berlín (2017). 170 páginas. 18 euros.
POR MARIO DÍAZ-VILLASEÑOR RODRÍGUEZ
Luis Hernández Camarero fue un universo literario que nació en Lima (Perú) en 1941. Aunó un estilo personal con una concepción universal de la poesía que resultó en una sobresaliente obra original y poliédrica.
Es fácil perderse en la figura formada por la leyenda romántica de Luis Hernández, poeta contracultural que desdeñado por la crítica huye de los canales literarios para difundir su poesía en cuadernos autografiados que regalaba a amigos y conocidos; un abanderado de la vida bohemia sobre el que planea la sombra del suicidio. Sin embargo, a pesar de lo atractivo que resulta su periplo vital, este no logra eclipsar su obra, marcada por la originalidad. Y es que, debido a la inaudita originalidad de sus poemas basada en un entramado de referencias culturales, metarreferencias y repeticiones, juegos de palabras y plurilingüismo consigue tejer un universo literario sin fisuras en el que introducirse, para reconocer así su sorprendente concepción poética, en favor de la que combina indivisiblemente imágenes, ritmos e ideas, construyendo un poderoso y personal estilo literario, a la altura de Rimbaud, Kavafis o Machado.
Gran Jefe un Lado del Cielo (Esto no es Berlín, 2017) es una antología de sus poemas que nos abre las puertas de su extraño para valorar las innovaciones que lo convirtieron en una potencia poética, reconocible no porque comparta los recursos y tópicos poéticos contemporáneos más utilizados, sino más bien al contrario, por su estilo bien definido que, hoy lo comprendemos, lo encumbran como un poeta adelantado a su época.