PUJANTE, DAVID
La aceptación primitiva de la misteriosa unión erótico-tanática, encarnada en las diosas madre de las culturas mediterráneas, se destruyó con el triunfo del cristianismo. A partir de entonces, la historia del pensamiento occidental (en lo que a esta inevitable junción se refiere) ha sido la de un constante intento por superar el desequilibrio que el cristianismo había propiciado y que finalmente afrontó resolutivamente el pensamiento romántico, proyectándolo hacia la contemporaneidad artística y literaria como una de sus obsesiones más importantes. Uno de los más destacados reformadores para el siglo XX de la coexistencia en el ser humano de ambas pulsiones fue Sigmund Freud.
A lo largo del estudio que se ofrece en estas páginas, se afronta la evolución que ha experimentado (en general, en los discursos culturales de Occidente y, en particular, en los literarios y artísticos) la relación profunda y misteriosa entre el principio biofilo humano y su contrario, el destructivo.