DUFOURMANTELLE ANNE
Anne Dufourmantelle fue fiel a su predicamento. Dedicó su vida a divulgar el valor de arriesgarse frente a una conformidad que en muchas ocasiones oculta insolidaridad y cobardía.
l pasado 21 de julio Francia sufrió una conmoción cuando la reconocida filósofa Anne Dufourmantelle moría ahogada en una playa de la localidad de St. Tropez.
Los franceses veneran a sus filósofos y el prestigio de Dufourmantelle, que se había formado como psicoanalista, se debía, principalmente, a su defensa de tomar riesgos en la vida. En sus clases les decía a los alumnos: Una vida con cero riesgo es una fantasía porque en sí vivir es un riesgo. La autora del libro Elogio del riesgo consideraba que arriesgarse por los otros es fundamental para el bien de la humanidad. Lo contrario, la complacencia y el resguardo absoluto, conducen a una existencia hueca.
Bien, en una tarde de verano en la costa francesa Dufourmantelle puso a prueba su propia visión de la vida. Cuando las tormentas y el mar bravo sorprendieron a los bañistas, la filósofa divisó en el agua a unos niños a los que la corriente arrastraba. Sin pensarlo dos veces, se lanzó al agua y en su intento por llevarlos a la orilla murió de un paro cardiaco. Dufourmantelle solo tenía 53 años. Los niños finalmente fueron rescatados por los salvavidas.
Anne Dufourmantelle fue fiel a su predicamento. Dedicó su vida a divulgar el valor de arriesgarse frente a una conformidad que en muchas ocasiones oculta insolidaridad y cobardía. Y cuando llegó el momento de tomar un camino u otro, sin dudarlo arriesgó su vida por salvar a otros. Toda una lección. Para ella era necesario tener la capacidad de enfrentarse a la muerte para discernir en su totalidad el significado de sobrevivir.
Pocos días después de la triste noticia sobre Dufourmantelle veo en el cine Dunkirk, la última cinta de Christopher Nolan, y en la televisión Hacksaw Ridge, dirigida por Mel Gibson y candidata a los Óscar de 2016. A grandes rasgos, ambas son películas de género bélico y se centran en episodios dramáticos de la Segunda Guerra Mundial: la primera es sobre el asedio alemán a las tropas aliadas atrapadas en la playa de Dunkerque, en Francia. Y la segunda es acerca del feroz enfrentamiento entre tropas estadounidenses y japonesas en la batalla de Okinawa.
Más allá de lo que ya sabemos de estos hechos particulares de la Segunda Guerra Mundial, lo que verdaderamente ensalzan los filmes de Nolan y Gibson es el heroísmo de los hombres y mujeres que deciden tomar un riesgo adicional con el fin de salvar desinteresadamente la vida del prójimo. Tanto en Dunkirk como en Hacksaw Ridge resuena el elogio del riesgo que reivindicaba Dufourmantelle.