BAILLY, JEAN-CHRISTOPHE
Bailly ha levantado en Description dOlonne, como un poema, la arquitectura de una ciudad eventual en una Francia de provincias vagamente atlántica su plano, su volumen, su tráfico y sus sombras, su historia íntima y luego su recuerdo. Una maqueta a tamaño real por la que deambular con la difusa añoranza de un urbanismo o de un tiempo igualmente hipotéticos. Un bordear de orfebre, en la caligrafía y en la traducción, las lindes de Proust, Lafon, Borges, Gracq, o aun las del propio Bailly. Me lo envió cuando yo ya no vivía en Olonne, la ciudad lejana en la que el genio corre así por el baldío, y leerlo fue para mí como exponerme al peligro de lo que me acecha desde que voy allí con el pensamiento: caminando sobre esa cresta quebradiza donde lo que fue y lo que no fue existen realmente, como la mano derecha y la mano izquierda de un cuerpo que permaneciera invisible.