LLORENS, IGNACIO DE
Aleksandr Andréyevich Ivánov (San Petersburgo, 1806-1858) dedicó los últimos veinte años de su vida a la confección de un único cuadro, La aparición del Mesías al pueblo (5,20 × 7 m), que se halla expuesto en la Galería Tretiakov de Moscú. La escena elegida marca el inicio del camino hacia la redención de la humanidad. Pero para poder representar la trascendencia de lo ocurrido, creía Ivánov necesitar algo más que su talento. En vano quiso buscar la fe mientras iba pintando el cuadro. Gógol, amigo del pintor, vaticinó que su novela Almas muertas y el cuadro de Ivánov serían las dos grandes obras que impulsarían la redención de Rusia. Sin embargo las cosas no sucedieron de ese modo, antes al contrario: Gógol, desconcertado por la recepción de su novela, cayó en una profunda crisis espiritual y poco antes de morir quemó las páginas manuscritas de la segunda parte de la novela; y el esfuerzo de Ivánov por encontrar la fe redentora no se vio recompensado. El protagonista del lienzo es ese pueblo al que la figura inquietante del Mesías debe aparecerse.
Ivánov buscó la ayuda del pintor nazareno Overbeck y el asesoramiento bíblico del filósofo David Strauss. Herzen le financió parte de sus gastos y lo ánimo para que no desfalleciera y lograra acabar el cuadro. Y Turguénev le dedicó unas emotivas páginas.