SANCHEZ ANDRES, AGUISTIN
Las independencias hispanoamericanas interrumpieron de forma abrupta las relaciones no solo políticas, sino
también demográficas, económicas y culturales que durante casi trescientos años habían vinculado
estrechamente a España con sus territorios americanos, ahora emancipados. La resistencia española a
reconocer la independencia de sus antiguas colonias retrasó el comienzo del proceso de normalización de sus
relaciones con los nuevos Estados americanos hasta el segundo tercio del siglo xix. Esta prolongada
incomunicación hizo que los antiguos vínculos fueran en parte desdibujándose, mientras la exmetrópoli -lejos
ya de su condición de gran potencia imperial- y las jóvenes naciones hispanoamericanas seguían distintos
derroteros. La reconstrucción de la intrincada red de relaciones que habían unido con anterioridad ambas
orillas del Atlántico tendría lugar sobre nuevas bases a través de un proceso que se extendería a lo largo de
toda la centuria y que no concluyó realmente hasta la pérdida por España de los restos de su imperio colonial.
La presente obra colectiva analiza desde distintas vertientes algunas de las principales facetas de este
reencuentro, cuyo desarrollo condujo a la progresiva normalización de las relaciones entre España y las
nuevas naciones americanas. Un proceso condicionado por las pulsiones intervencionistas de la España
isabelina y la declinante presencia española en Cuba y Puerto Rico, pero también por el progresivo
restablecimiento de las relaciones migratorias, comerciales y culturales que contribuirían a redefinir sobre
nuevas bases los vínculos entre ambas orillas del Atlántico, haciendo que estos comenzaran a cobrar la
importancia que alcanzarían durante el siglo xx.