SAHAGUN, CARLOS
Así tituló Carlos Sahagún uno de sus libros, que recibió el premio Boscán en 1960. Acaba de morir en el mismo anonimato en que quiso vivir. Desde finales de los 80 no supe nada de él. Le llamaba por teléfono y nunca se ponía. Me enteré que hacía lo mismo con todos. Su desconexión con la realidad no me sorprendió. De algún modo, nunca se adaptó a este perro mundo.
Cuando todavía era catedrático de literatura en el Instituto Cervantes de Madrid, me contaron que una vez se inició un pequeño incendio y él empezó a gritar por los pasillos a los alumnos: ¡Todos a la cuesta de Moyano, a la cuesta de Moyano! Amaba los libros y no imaginó mejor refugio que las casetas de los libreros.
Nació en medio de la guerra, en 1938, y eso marcó para siempre su vida. En su poesía (seis libros extraordinarios) hay dos temas recurrentes: la infancia y el primer amor. Nadie, y menos los poetas de su generación, la del 50, ha escrito