GARCIA, ARIADNA G.
Unos versos de Mahmud Darwix (Que nuestro mañana esté aquí con nosotros. / Que esté nuestro ayer aquí con nosotros. /Que nuestro presente esté) son la llave nada secreta de Ciudad sumergida (Hiperión), último libro de Ariadna G. García, una de las poetas más interesantes, libres y comprometidas de su generación.
Poeta y novelista, Ariadna G. García (Madrid, 1977) publica estos días Ciudad sumergida, su libro más personal. Aunque toda su obra parte de experiencias reales, de emociones vividas, para trascender cuanto tienen de anécdota y universalizar el texto, aquí todos los versos están marcados por la experiencia de la maternidad. Sí, el detonante de Ciudad sumergida fue el mismo momento de la concepción de mis hijos. Era mi modo de dirigirme a ellos para que se sintieran amados y crecieran en el vientre de mi mujer, dice.
Pregunta. ¿Qué supone este libro en su trayectoria?
Respuesta. Un punto de inflexión. Si en una primera etapa abordé el motivo de la identidad (Napalm, Apátrida, Helio, Línea de flotación), y en una segunda me centré en la puesta en valor de la naturaleza y de la solidaridad (La Guerra de Invierno, Las noches de Ugglebo, Inercia -novela-), ahora me salgo del ensimismamiento del yo para adentrarme en el mito, en la otredad, para asumir una empresa que nos incumbe a todos. Ser madre me ha supuesto un cambio en la mirada.