SPRINGER, S.P. Y DEUTSCH, G.
Todos sabemos que tenemos dos hemisferios cerebrales, dos grandes masas encefálicas densamente plegadas en su superficie la corteza cerebral que es donde están situadas las funciones intelectuales. En la década de 1960, el tratamiento de personas con epilepsia refractaria a los medicamentos, usó una nueva estrategia: la callosotomía, cortar el cuerpo calloso, la cinta de sustancia blanca formada por entre 200 y 250 millones de axones y que conecta ambos hemisferios. La idea era cortar la conexión para evitar que el ataque epiléptico saltara de un hemisferio al otro y afectara a los dos. El sorprendente resultado fue que ambos hemisferios seguían funcionando con bastante normalidad, el paciente no mostraba dos personalidades o ninguna señal dramática de su cerebro dividido y se llegó a decir, con sorna, que el cuerpo calloso para lo único que servía era para transmitir los ataques epilépticos de un hemisferio al otro.corpus-callosum-schizophrenia-public
Aunque no todo el mundo lo expresa de la misma manera, según este mito, en los estudiantes que son más intuitivos dominaría el hemisferio derecho mientras que los que aprenden de una forma secuencial, lineal, serían «cerebralmente zurdos», es decir, que predominaría el hemisferio izquierdo. Se dice también que en las personas en las que domina el hemisferio izquierdo prevalece la lógica, el pensamiento racional y ordenado, mientras que en los más creativos y con facilidad para el arte, dominaría el hemisferio derecho. Según esta forma de pensar, el hemisferio izquierdo se fijaría en los detalles, en el conocimiento, en la percepción de patrones, en las estrategias en las cosas prácticas, sería el lugar de las matemáticas y la ciencia, y actuaría sobre seguro. El derecho, por el contrario, se fijaría en las grandes panorámicas, en el presente y el futuro, en las creencias y la fantasía, sería impetuoso y tomaría riesgos y sería el lugar de la filosofía y la religión.