VICTOR, RICARDO DE SAN
Tiene el lector en sus manos uno de los monumentos más desconocidos del pensamiento moral y ético de la alta Edad Media, cuya originalidad reside en tomar como perspectiva las virtudes.
El título de esta obra compuesta por ochenta y siete breves capítulos, alude al último de los doce hijos del patriarca Jacob. Cada uno de ellos representa distintas categorías morales que renuevan éticamente las costumbres. Así, los hijos nacidos de las sirvientas Bilhá (la imaginación) y Zilpá (la sensibilidad) ejemplifican la abstinencia, la paciencia y el valor que atesora tanto el castigo como la recompensa. Los nacidos de la segunda mujer, Lía (los afectos) destacan las virtudes del temor, el pudor, la esperanza y el perdón. Por su parte, los hijos de la primera esposa, Raquel (la inteligencia), fructifican gracias a la razón en la discreción, que es la que ordena todas las facultades.
Una vez aplicado el método tropológico con sus implicaciones morales, la obra se ocupa en definir en qué consiste «el verdadero goce». Para ello, compara la dulzura externa con la interna; examina el surgimiento del odio y los vicios, así como la mala intención y los procedimientos para reprimirla; recuerda que las virtudes degeneran en vicios si no son moderadas por la discreción; y, por último, destaca el valor que encierra el pleno conocimiento de uno mismo.
La presente edición bilingüe latín-castellano permite acercarse por fin a esta obra clásica de primera mano. Además, la bella introducción y el rico aparato de notas ayudan a comprender el contenido filosófico y las peculiaridades de la lengua latina.
Ricardo de San Víctor (1110-1173) es uno de los eximios intelectuales de la Abadía de San Víctor, en París, foco de cultura y referente de estudio y contemplación.