HERMIDA REVILLAS, CARLOS
Tomaron el Palacio de Invierno, y al grito de #¡Todo el poder a los sóviets# iniciaron una gesta que conmovió al mundo, y que llenó de esperanza y fervor revolucionario a los trabajadores y de pavor a la reacción por doquier. Eran obreros, jornaleros, campesinos pobres, que cargaban sobre sus espaldas años de hambrunas y sufrimientos; eran soldados cansados de meses de guerrear en condiciones inhumanas en defensa de intereses que no eran los suyos; eran jóvenes estudiantes e intelectuales ahítos de censura, de negrura, de mentes obtusas y sumisas.